Marcos, un Llorente de pura cepa
Era incapaz de pronunciar una frase coherente, pero no paraba de moverse. El niño, ojos azules y pelo rubio rizado, levantaba del suelo lo que levantan los niños de tres años. Le pregunté a Gelu, la madre: “¿Esto es siempre así?”. “Siempre”, me respondió. “Apenas llega al parque se lía a dar vueltas y no